6ª SESIÓN. DRAMATIZACIÓN


Unidad didáctica: Dramatización

Sesión Nº: 6

Duración sesión: 60'

Edad alumnos: 4/5 años


CALENTAMIENTO

Para comenzar la sesión, realizaremos una actividad que consistirá en que el profesor/a deberá ir narrando las acciones que normalmente realizamos por las mañanas (despertarnos, desayunar, lavarnos los dientes, vestirnos, ir al colegio...).

Con la participación de los alumnos vamos añadiendo acciones a la historia. Mientras que la persona que cuenta la historia va nombrando cosas, el resto debe ir representándolas.


PARTE PRINCIPAL

  • "El Minion de agua, tierra y aire": Una persona del grupo (que puede ir turnándose), se encargará de que el resto cruce de un extremo del al otro realizando las acciones y movimientos que haría el animal del ecosistema que diga. Por ejemplo, si la persona dice "agua", el resto deberá moverse como un animal marino y así sucesivamente con la tierra y el aire. De esta manera se imaginan el animal que ellos quieran sin que nosotros le impongamos uno. 

  Variantes: En lugar de animales, nombrar objetos, emociones, medios de transporte, etc.

Variantes: También podemos dejar que sean ellos/as quienes decidan qué situación quieren representar, el hecho       
de que el maestro/a de la idea es en el caso de que no se les ocurra nada


  • ¡Abracadabra!: Preguntaremos si hay alguien que quiera ser voluntario/a de la siguiente actividad. Esta persona será el mago/a, que como en la actividad anterior, se irá turnando. Intentaremos que esté en un lugar algo más elevado para que todos y todas puedan verle con claridad. El resto estará de pie delante de él. El juego consistirá en que el mago/a tendrá el poder de convertir al resto de sus compañeros en lo que desee (objetos, animales...), y estos deberán representarlo.


  • "El Minion del escaparate": Dividimos a la clase por grupos y les decimos a cada uno una situación, como por ejemplo estar en el coche, ir a comprar o curar a alguien que se ha puesto enfermo/a. Les dejamos tiempo, y cuando terminen deben tratar de dramatizar esa situación propuesta delante de sus compañeros/as.
Variantes: También podemos dejar que sean ellos/as quienes decidan qué situación quieren representar, el hecho       
de que el maestro/a de la idea es en el caso de que no se les ocurra nada


VUELTA A LA CALMA

Los alumnos y alumnas se sientan en el suelo. Mientras tanto, el profesor/a narrará diferentes situaciones de la vida cotidiana, tanto buenas como malas (ver una película con tus hermanos, que se pierda nuestra mascota, que mis primos me quiten los juguetes...). Se trata de que representen desde su sitio con gestos o expresiones faciales lo que esa historia les ha hecho sentir.

Finalmente, sería importante comentar cómo se han sentido y por qué.


REFLEXIÓN / CONCLUSIÓN

Gracias al juego dramático desarrollamos la utilización del cuerpo, sus gestos, actitudes y movimientos con una intención comunicativa y representativa. Es por ello que no simplemente se desarrolla la expresión dramática, sino también la expresión corporal, fundamental en la etapa de infantil. Ya no se trata simplemente de que los niños/as jueguen a representar personajes, situaciones o cosas, sino que también sea capaces de representar a través de su acción y movimiento actitudes o estados de ánimo.

Además, este tipo de juego, que en principio podría parecer tan solo un momento en el que el niño se comporta "como si" fuera una persona distinta, tiene un gran valor didáctico, ya que a través suyo potencian la imaginación, la creatividad, la espontaneidad y al desarrollo afectivo, social e intelectual. También puede ayudar a revivir situaciones dolorosas recién superadas, contribuyendo así́ a su aceptación, a liberar tensiones y resolver conflictos personales, al desarrollo individual y social (asimilando las relaciones de la vida social y superando el egocentrismo), a saber moverse en el espacio y a distinguir la fantasía de la realidad

La dramatización tiene infinidad de posibilidades expresivas: verbal, corporal, plástica, musical y creativa.

La Educación Infantil debe estimular y fomentar este tipo de expresión porque además de lo mencionado anteriormente, puede sernos útil para observar las dificultades y/o déficits del desarrollo, tanto del emocional y social, como del cognitivo. De este modo la actividad dramática se constituye en un procedimiento preventivo a la vez que favorecedor del desarrollo armónico de la personalidad. A estas edades, el niño/a todavía no domina el lenguaje oral y su forma de comunicación con los demás es la expresión gestual. Es por ello que estimularla en el aula es fundamental. Tenemos que tener muy claro que jugar significa comunicarse, compartir con otros es inherente a la condición humana, más aún en la etapa infantil. El juego de roles es uno de los medios fundamentales para la socialización,

Para programar una dramatización, debemos tener en cuenta que la historia elegida sea asequible para ellos/as (si la conocen, mejor, ya que les ayudará a sentirse más seguros/as), que la acción esté delimitada tanto en tiempo como en espacio, que se fomente la participación activa de todos los niñas/os aunque implique inventar personajes (les ayudaremos a mejorar su autoestima), y sobre todo, darles libertad para expresarse aunque sea "a su manera".

Cabe destacar que en el juego simbólico para los niños y niñas son tomados con absoluta seriedad. Tienen como referencia el mundo adulto, el cual tratan representar a través de gestos, acciones, verbalizaciones, roles y objetos ficticios. Este tipo de juego empieza a aparecer a los 3/4 años y toma una gran importancia a los 7/8.

No podemos caer en el error de considerar la dramatización como un juego para "pasar el rato", ya que se trata de un medio fundamental con el que pretendemos acercarnos a unos objetivos y ya hemos visto que puede tener grandes beneficios si se realiza correctamente.

Como maestros y maestras, pretendemos conseguir espontaneidad y creatividad en el alumnado fomentar la comunicación de todos los participantes, relajar las tensiones que se producen diariamente, prevenir conflictos al crear un clima más distendido en el grupo y facilitar la socialización, entre otros. Es por ello que no debemos forzar a ningún niño/a a actuar, no utilizar un comportamiento directivo y autoritario, crear un clima adecuado para la manifestación libre y no restarle importancia a la imaginación.

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