4ª SESIÓN. RITMO


Unidad didáctica: El ritmo

Sesión Nº: 4

Duración sesión: 60'

Edad alumnos: 5 años


CALENTAMIENTO

"Contradanza Beethoven"

Variantes: Hacerla primero una primera vez más despacio o más piano y la siguiente vez más deprisa o más fuerte.


PARTE PRINCIPAL

  • La orquesta de los Minions. Los/as alumnos/as se colocan en círculo y el maestro/a les divide en diferentes grupos. Cada grupo tiene una acción asignada: aplaudir, agacharse, saltar y dar una vuelta. Cuando la música comience a sonar, el profesor se convierte en director de orquesta y va señalando a cada uno de los grupos al ritmo de la música para que hagan su movimiento. Una vez demostrado por el profesor, pueden ser otros alumnos quienes se conviertan en director/a.

  • Al ritmo del Minion. Se colocan aros en el suelo formando un circuito (algunos en línea recta, otros formando zigzag...). El profesor/a con un silbato u otro objeto que pueda ser golpeado, va marcando el ritmo con el cual los alumnos deben ir saltando por los diferentes aros. 

            Variantes: rondas saltando con pies juntos, pata coja, etc. 


  • Imita al Minion. Los alumnos se colocan por parejas, sentados en el suelo y enfrentados. El profesor pone una canción (por ejemplo, "El cascanueces" de Tchaikovsky) y los alumnos deben chocar las manos con su compañero al ritmo de la música.

            Variantes: Cada vez chocan una parte del cuerpo (codos, antebrazos, caderas...).


VUELTA A LA CALMA

Los alumnos se colocan por parejas, igual que en el último ejercicio. Cada pareja tiene ocho folios de colores (2 de cada color que elijamos). Cuando la música empiece a sonar, una persona de la pareja debe realizar una secuencia al ritmo de la música tocando con sus manos el folio que desee de forma alterna. Por ejemplo: amarillo, verde, azul, amarillo.

Su compañero/a debe repetir la misma secuencia siguiendo también el ritmo de la canción y al finalizar inventarse otra para que su compañero la realice (y así sucesivamente).


REFLEXIÓN / CONLUSIÓN

El ritmo y el sonido están presentes en las actividades cotidianas, incluso cuando se trata de los más pequeños.

Normalmente esta situación se da entre el adulto y el niño/a, ya que es frecuente utilizar distintas entonaciones con la voz y acompañarla de palmas, golpes o toques, y esta es una buena forma de que empiece a familiarizarse con las actividades rítmico musicales.

Las primeras experiencias musicales en las que escucha y movimiento se unen, suelen atraer mucho a los niños/as. Además, las destrezas rítmicas, según Hargreaves (1998), probablemente sean las primeras en aparecer y en desarrollarse. De hecho, el contacto con el ritmo ya aparece cuando el feto, en el interior de su madre, escucha su ritmo cardíaco. Se trata de algo muy positivo, pues sin ser conscientes de ello (mediante los movimientos que van produciendo), están favoreciendo la coordinación motora, la participación emotiva y la maduración de la capacidad de estructurar el tiempo. La educación del sentido rítmico es para el niño/a un factor de formación y equilibrio del sistema nervioso.

El movimiento corporal provocado por la música pone en marcha habilidades motrices, musicales y sociales que forman parte de las capacidades interpretativas que han de desarrollarse dentro del aula de infantil. Nos ayuda a exteriorizar lo que sentimos y otorgarle una perspectiva visual, pero no debemos olvidar que para ello es necesario un dominio de las destrezas motrices para coordinar y disociar los movimientos corporales. Como consecuencia, se favorece la escucha activa, la expresión de sentimientos, ideas y representaciones, y la comunicación con el espacio y con los demás. Se promueven las capacidades corporales expresivas y el desarrollo de la creatividad mediante la improvisación e interpretación de movimientos.

En el caso de la danza en el ámbito educativo, es una forma de movimiento que supone la organización y estructuración espacio-temporal. Pero, además, ayuda al alumno a valerse de su movilidad en diferentes situaciones de la vida cotidiana. Si presta la debida atención, ejercitará al mismo tiempo la memoria auditiva (palabras, sonidos...) y motriz (posiciones individuales y relativas a los demás, pasos, figuras...).

Aunque el niño o la niña se fijen más en el contenido de la canción, el movimiento del cuerpo contribuye a organizar: situaciones, escenas, momentos, personajes, etc.

Finalmente, cabe destacar la importancia del juego dramático, pues es también una opción para motivar al alumnado a realizar movimientos naturales por medio de imitaciones y representaciones de personajes (animales, protagonistas de historias, etc.), elementos naturales (viento, lluvia, frío, etc.), sentimientos (alegría, susto, etc.).

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